Respuesta a las vacunas y exposición a las PFAS

Finalidad
Este documento tiene como finalidad informar acerca de las conversaciones entre los médicos y las familias que viven en una zona en la que el agua potable ha sido contaminada con PFAS o que ha tenido una exposición sustancial a las PFAS proveniente de otra fuente.
¿Cuáles son las preocupaciones sobre las PFAS y la salud inmunológica?
Las vacunas protegen a los adultos y a los niños de muchas enfermedades que pueden prevenirse. Hay pruebas firmes de que la exposición a las PFAS puede suprimir la capacidad del sistema inmunitario para producir anticuerpos en respuesta a las vacunas. Los médicos pueden comprobar la eficacia de las vacunas midiendo los niveles de anticuerpos (concentración) y pueden recomendar refuerzos adicionales si los niveles de anticuerpos son bajos. La investigación sobre la necesidad de refuerzos adicionales en personas expuestas a PFAS está en curso. En general, las orientaciones médicas actuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no recomiendan volver a vacunar cuando hay niveles bajos de anticuerpos.
Cómo hablar de la exposición a las PFAS con su médico
Considere la posibilidad de hablar sobre si la exposición a las PFAS puede haber afectado a la eficacia de sus vacunas.
Estudios anteriores han descubierto que las personas con niveles más altos de PFAS también tienen una menor producción de anticuerpos después de recibir las vacunas de rutina (ver a continuación).
Pregunte por una prueba de “concentración de anticuerpos” para determinar si sus niveles de anticuerpos están dentro de los valores normales.
En el caso de las vacunas rutinarias y bien establecidas, como el tétanos y el sarampión, puede comparar sus resultados con los valores normales de anticuerpos proporcionados por el laboratorio. En el caso de la vacuna contra COVID-19, los científicos aún no saben exactamente qué nivel de anticuerpos se considera protector contra esta enfermedad.
Una vez hecha una prueba de concentración de anticuerpos, averigüe si volver a vacunarse es la opción adecuada para usted.
Repetir la vacunación es una decisión personal que debe evaluarse con el médico. No se garantiza que los niveles bajos de anticuerpos signifiquen que usted tiene más probabilidades de enfermarse, y tampoco se garantiza que un refuerzo aumente los niveles de anticuerpos. La norma actual de atención médica no requiere que vuelva a vacunarse basándose en los resultados de las pruebas de titulación bajos.
Hable de la vigilancia continua de su salud.
Pregunte a su médico sobre el control de los problemas de salud y los primeros signos de los efectos sobre la salud que se han asociado a la exposición a las PFAS. El estudio PFAS-REACH ha elaborado una guía de detección médica para los médicos (disponible en www.pfas-exchange.org/resources).
Una nota sobre los niveles bajos de anticuerpos
En la población general, entre el 2 % y el 10 % de las personas sanas no logran generar la respuesta de anticuerpos esperada a las vacunas de rutina por razones desconocidas (Wiedermann 2016).
¿Cuáles son las pruebas de que las PFAS pueden dañar el sistema inmunitario?
- Una revisión sistemática del Programa Nacional de Toxicología concluyó que se presume que dos productos químicos de las PFAS, PFOS y PFOA, “son un peligro inmunológico para los seres humanos” (NTP 2016).
- Un estudio de 2012 encontró niveles más bajos de anticuerpos contra el tétanos y la difteria en niños de 5 a 7 años con niveles más altos de exposición a PFAS (Grandjean 2012). Otros estudios también han encontrado niveles más bajos de anticuerpos contra la rubéola, las paperas y la gripe en los niños con mayores niveles de exposición (Abraham 2020, Granum 2013, Stein 2016).
- Los estudios de laboratorio controlados también han encontrado niveles más bajos de producción de anticuerpos entre los animales dosificados con PFAS (DeWitt 2008, Dong 2009).
Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo saber si mis vacunas siguen siendo eficaces dada la exposición a las PFAS?
Puede hablar con su médico sobre la posibilidad de una prueba de concentración de anticuerpos, que mide los niveles de anticuerpos específicos en su cuerpo. Por ejemplo, puede medir los anticuerpos contra el virus del sarampión. Los resultados de esta prueba pueden ayudar a determinar si los niveles de anticuerpos en su cuerpo después de las vacunaciones anteriores están dentro del rango normal de protección contra esa enfermedad.
¿Qué es un anticuerpo?
Un anticuerpo es lo que el sistema inmunitario produce cuando encuentra una sustancia extraña, como un virus, en el organismo. Las superficies de los virus, las bacterias y otros agentes patógenos tienen unos marcadores llamados antígenos. Las vacunas actúan diciéndole al cuerpo que cree anticuerpos que actúen contra un antígeno concreto, de modo que si se expone a ese agente patógeno, el cuerpo pueda superarlo rápidamente, frecuentemente con pocos o ningún síntoma de enfermedad.
¿Dónde puedo conseguir una prueba de concentración de anticuerpos?
En general, las pruebas de concentración de anticuerpos las pide su profesional de atención médica. Para ello es necesario tomar una muestra de sangre y analizarla en un laboratorio médico. Solicite a su profesional de atención médica más información sobre cómo realizar la prueba.
Si desea más información sobre el proceso de pruebas, visite el centro de recursos de MedlinePlus en: https://medlineplus.gov/ency/article/003333.htm.
¿Están las pruebas de concentración de anticuerpos cubiertas por el seguro médico?
El seguro médico generalmente no cubre las pruebas de concentración, a menos que usted tenga determinados síntomas que induzcan al médico a solicitarlas. Hable con su médico para ver si la prueba está cubierta por el seguro, y confirme con el equipo de facturación de su proveedor de seguros antes de aceptar la extracción de sangre.
¿Hay pruebas de que la exposición a las PFAS afectará a la eficacia de la vacuna contra el COVID-19?
Dado que las PFAS pueden interferir con el sistema inmunitario, a los científicos les preocupa que la exposición a estas sustancias contaminantes pueda hacer que la población sea más vulnerable a las enfermedades infecciosas y pueda reducir la eficacia de las vacunas regulares. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han reconocido que existe una preocupación sobre cómo la exposición a las PFAS puede afectar el riesgo de infección por COVID-19 en las comunidades contaminadas (CDC 2020). Las primeras pruebas de un estudio realizado en Dinamarca sugieren que el COVID-19 puede ser más grave en los adultos que han tenido una mayor exposición a las PFAS (Grandjean 2020). Hasta la fecha, ningún estudio ha examinado el impacto de la exposición a las PFAS en la eficacia de la vacuna contra el COVID-19, pero se está investigando para responder a estas preguntas.
No hay pruebas de que nadie no deba vacunarse contra COVID-19 debido a una exposición previa a las PFAS. Se recomienda encarecidamente a todos los grupos que sigan los consejos actualizados de los CDC sobre la vacunación contra COVID-19, los cuales se basan en los resultados más recientes de la investigación.
Referencias
Abraham K et al. 2020. Archives of Toxicology. 94: 2131–2147. http://dx.doi.org/10.1007/s00204-020-02715-4.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). 2017. Per- and Polyfluorinated Substances (PFAS) Factsheet. https://www.cdc.gov/biomonitoring/PFAS_FactSheet.html.
Center for Disease Control and Prevention (CDC). 2020. Statement on Potential Intersection between PFAS Exposure and COVID-19. https://www.atsdr.cdc.gov/pfas/health-effects/index.html.
Dewitt JC et al. 2008. Environmental Health Perspectives. 116: 644-650. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2367677/.
Dong GH et al. 2009. Archives of Toxicology. 83: 805-815. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19343326/.
Grandjean P et al. 2012. Journal of the American Medical Association. 307: 391-397. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4402650/.
Grandjean P et al. 2020. PLoS ONE. 15: e0244815. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0244815.
Granum B et al. 2013. Journal of Immunotoxicology. 10: 373-379. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23350954/.
National Toxicology Program (NTP). 2016. Immunotoxicity Associated with Exposure to Perfluorooctanoic Acid (PFOA) or Perfluorooctane Sulfonate (PFOS). https://ntp.niehs.nih.gov/ntp/ohat/pfoa_pfos/pfoa_pfosmonograph_508.pdf.
Stein CR et al. 2016. Pediatric Research. 79: 348-357. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26492286/.
Weidermann U et al. 2016. Human Vaccines & Immunotherapeutics. 12: 239-243. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4962729